Son microorganismos que se cree que tienen beneficios para la salud digestiva y sistema inmune, sin embargo, el consenso científico es que aun falta evidencia que pruebe estas afirmaciones. Son importantes ya que interactúan con la flora intestinal, promoviendo su crecimiento o control.

Los probióticos se pueden cultivar en diferentes ambientes, tanto de origen animal como partes del cuerpo de un animal, suero fetal bovino o secreciones como la leche, como también en algunos ambientes vegetales como ciertos fermentos.

Es fundamental verificar que hayan sido cultivados en ambientes de origen vegetal, y que haya una certificación que lo pruebe ya que lo usual es que se haga en “productos” como la leche y la carne.

Probiotics, Lactobacillus, Bifidobacterium, Saccharomyces, Thermophilus, Propionibacterium, Streptococcus, cultivo láctico.

Se usan en suplementos, medicamentos, productos lácteos, imitaciones lácteas, entre otros.

En general, en personas sanas, los probióticos no presentan efectos secundarios negativos, sin embargo hay algunos casos en los que pueden representar un riesgo consumirlos.

Probióticos cultivados en ambientes de origen vegetal o los que naturalmente se producen en fermentos como la kombucha, Sauerkrau (Chucrut), kimchi, tempeh, pepinillos, natto, miso, fermentos de soya, etc.