¿Ser Vegano es difícil?
Partiendo de que el veganismo es entender que los demás animales merecen nuestro respeto incondicional, cabría hacernos esta misma pregunta con respecto a otros planteamientos éticos, como:
- ¿Es difícil estar en contra del racismo?
- ¿Es difícil estar en contra de la violencia hacia las mujeres?
- ¿Es difícil estar en contra de la inequidad en el mundo?
Con estas preguntas inmediatamente reconocemos que no se trata de que sea algo fácil o difícil de aplicar, sino que es lo justo, y como tal, es un deber materializarlo. Que no se trata de nosotros, sino de quienes están siendo vulnerados. Hacernos veganos implica una única decisión de respetar a todos los demás animales, sus vidas, su libertad e integridad.
Y aunque está claro, que normalmente nos hacen esta pregunta por los cambios a una alimentación apta para veganos, el trato con personas que aún no son veganas y la convivencia con nuestras familias, también podemos darle respuesta en estos contextos si nos situamos primero en el lugar de las víctimas, los demás animales.
En la alimentación:
Hacer los cambios necesarios para llevar una alimentación libre de explotación animal, no es difícil, como cualquier cambio requiere un aprendizaje e identificar la infinidad de opciones que tenemos.
La dificultad que creemos que existe, se deriva básicamente de nuestro desconocimiento del tema nutricional (El cuál nunca nos lo enseñan). Es perfectamente posible obtener todos los nutrientes que necesitamos de alimentos que no implican explotación animal como verduras, frutas, leguminosas, cereales, semillas, frutos secos, alimentos procesados, entre otros.
No tienes de qué preocuparte, puedes seguir nuestras recomendaciones y si sientes la necesidad, acudir a un profesional que te guíe y te brinde un plan de alimentación apto para veganos de acuerdo a tus necesidades.
En la convivencia con otras personas “no veganas” y con tu familia:
Antes que nada es fundamental entender que las víctimas son los demás animales, y que el hecho de decidir cambiar y reconocer que los animales merecen ser respetados, genera en otros incomodidad porque sus actos son contrarios a esto.
Y esto no significa que debamos renunciar a pedir respeto por los animales o cambiar las palabras para que agraden más. Sino que al reconocer esto, entendemos que su respuesta no es algo personal contra nosotros, y que tampoco es necesario centrarnos en cómo nos hace sentir que se cierren a reconocer a los animales como merecedores de respeto.
Es lo justo que continuemos pidiendo consideración moral por los demás animales, que nos eduquemos, que demos el mejor ejemplo posible, que reconozcamos lo urgente que es cambiar y que casi ninguno de los seres humanos nos hemos preguntado si es difícil para ellos ser esclavizados por nuestra especie.
Ser veganos no es difícil, difícil es pasar la vida intentando convencernos de que las injusticias que cometemos contra los demás animales son admisibles.
FUENTES:
¿Ser Vegano es difícil?
Partiendo de que el veganismo es entender que los demás animales merecen nuestro respeto incondicional, cabría hacernos esta misma pregunta con respecto a otros planteamientos éticos, como:
- ¿Es difícil estar en contra del racismo?
- ¿Es difícil estar en contra de la violencia hacia las mujeres?
- ¿Es difícil estar en contra de la inequidad en el mundo?
Con estas preguntas inmediatamente reconocemos que no se trata de que sea algo fácil o difícil de aplicar, sino que es lo justo, y como tal, es un deber materializarlo. Que no se trata de nosotros, sino de quienes están siendo vulnerados. Hacernos veganos implica una única decisión de respetar a todos los demás animales, sus vidas, su libertad e integridad.
Y aunque está claro, que normalmente nos hacen esta pregunta por los cambios a una alimentación apta para veganos, el trato con personas que aún no son veganas y la convivencia con nuestras familias, también podemos darle respuesta en estos contextos si nos situamos primero en el lugar de las víctimas, los demás animales.
En la alimentación:
Hacer los cambios necesarios para llevar una alimentación libre de explotación animal, no es difícil, como cualquier cambio requiere un aprendizaje e identificar la infinidad de opciones que tenemos.
La dificultad que creemos que existe, se deriva básicamente de nuestro desconocimiento del tema nutricional (El cuál nunca nos lo enseñan). Es perfectamente posible obtener todos los nutrientes que necesitamos de alimentos que no implican explotación animal como verduras, frutas, leguminosas, cereales, semillas, frutos secos, alimentos procesados, entre otros.
No tienes de qué preocuparte, puedes seguir nuestras recomendaciones y si sientes la necesidad, acudir a un profesional que te guíe y te brinde un plan de alimentación apto para veganos de acuerdo a tus necesidades.
En la convivencia con otras personas “no veganas” y con tu familia:
Antes que nada es fundamental entender que las víctimas son los demás animales, y que el hecho de decidir cambiar y reconocer que los animales merecen ser respetados, genera en otros incomodidad porque sus actos son contrarios a esto.
Y esto no significa que debamos renunciar a pedir respeto por los animales o cambiar las palabras para que agraden más. Sino que al reconocer esto, entendemos que su respuesta no es algo personal contra nosotros, y que tampoco es necesario centrarnos en cómo nos hace sentir que se cierren a reconocer a los animales como merecedores de respeto.
Es lo justo que continuemos pidiendo consideración moral por los demás animales, que nos eduquemos, que demos el mejor ejemplo posible, que reconozcamos lo urgente que es cambiar y que casi ninguno de los seres humanos nos hemos preguntado si es difícil para ellos ser esclavizados por nuestra especie.
Ser veganos no es difícil, difícil es pasar la vida intentando convencernos de que las injusticias que cometemos contra los demás animales son admisibles.